A los niños con alergia a los frutos secos su médico les suele recomendar que no coman ninguno. Cero frutos secos para ellos, ya tengan alergia solo a la nuez, o al cacahuete o a la almendra, entre muchas otras posibilidades. Pero parece que no tiene por qué ser así. Un último estudio, denominado Pronuts y publicado en el Allergy and Clinical Immunology, demuestra que menores con alergia a un fruto seco o varios pueden comer de manera segura, de promedio, otros nueve frutos secos, cacahuete o sésamo, de los 11 probados. En la investigación cooperan el servicio de Neumología Pediátrica del Hospital La Fe de Valencia, la Fundación NHS de Guy’s and St Thomas Hospital de Londres, y el Hospital Universitario de Ginebra. Las alergias al cacahuete, frutos secos y sésamo afectan al 1,4% de menores en todo el mundo y su frecuencia va en aumento, según sus últimos datos.

La investigación se inició en 2012 con una muestra de 159 menores entre cero y 16 años, con alergia confirmada al menos a uno de los siguientes frutos secos: almendra, anacardo, avellana, cacahuete, coquito de Brasil, nuez, nuez de Macadamia, nuez pecana, piñón, pistacho y sésamo.

Se investigó si un niño alérgico a un fruto seco podría comer otros. Para ello, se realizaron pruebas de provocación oral, que consisten en darle a comer esos alimentos uno por uno, bajo supervisión médica, en función de pruebas en la piel y análisis de sangre. Todo se hizo en el ámbito hospitalario y luego se pidió a los padres que introdujeran regularmente en la dieta de sus hijos los frutos secos que toleraban en la consulta.

“Hasta ahora, cuando un niño era alérgico a un fruto seco se recomendaba con frecuencia que se eliminaran todas sus variedades, así como los cacahuetes y las semillas de sésamo de su dieta. Estas restricciones reducen la calidad de vida de estos menores y de sus familias, ya que implican tener que excluir muchos alimentos de la dieta y controlar de cerca la composición de las comidas que se comen fuera del hogar»,

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