El Observatorio de Bioética de la Universidad de Barcelona (UB) se ha unido a las voces contrarias a los vientres de alquiler (una práctica también conocida como gestación subrogada o por sustitución que supone que una mujer gesta un hijo del que cede la maternidad y paternidad a otras personas). El Grupo de Opinión del Observatorio ha lanzado un documento de posicionamiento en el que rechaza esta práctica al considerar que “abre la puerta a situaciones de explotación de la mujer y del niño”. Los expertos consideran que los vientres de alquiler alientan “la instrumentalización y cosificación de la mujer”.

“Nuestra propuesta es que nos quedemos como estamos”, ha señalado este martes María Casado, directora del Observatorio. En España, la Ley de Reproducción Humana Asistida recoge la nulidad de los contratos de gestación subrogada. El problema es que muchas parejas recurren a gestantes de otros países donde esta práctica no está prohibida y luego regresan a España con el bebé nacido solicitando el reconocimiento de su filiación legal con el niño. Para proteger el interés del menor y en la línea de las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Dirección General de los Registros y del Notariado estableció en 2010 unas pautas para permitir la filiación de los hijos a través de un vientre de alquiler (tener una resolución judicial del país de la gestante, por ejemplo).

El Observatorio de Bioética de la UB defiende que la gestación subrogada “no es una técnica de reproducción asistida más”. “El embarazo genera un vínculo emocional entre la gestante y el feto que no debe estar sujeto a relaciones contractuales”, ha apuntado Manuel López Baroni, profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla e integrante del observatorio del campus catalán. Los expertos sostienen que esta práctica requiere la participación de una mujer en un proyecto reproductivo ajeno de una forma “cuantitativa y cualitativamente distinta a cualquier otra colaboración reproductiva”. Cuantitativamente, por el tiempo que requiere entre quedarse embarazada y los meses de gestación. Y cualitativamente,

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