Casi cinco millones de ciudadanos (4.862.353) recibieron el alta en algún hospital de España en 2017, según los datos que ha publicado el INE. De ellos, 3,5 millones fueron atendidos en la sanidad pública, y 1,3 millones en la privada. Pero sus características no son homogéneas: la proporción de ingresos por cáncer o enfermedades cardiovasculares, las dos que más muertes causan (el 30% de las 400.000 anuales) es mayor en los centros que dependen de la sanidad pública, lo que indica que atienden, proporcionalmente, a más enfermos más graves y cuyo tratamiento es más costoso.

En concreto, las altas por ingresos cuya causa principal fueron los tumores suponen un 10,23% de las emitidas en la pública, frente a un 7,53% de la privada. Para las enfermedades cardiovasculares, la proporción es de 13,98% a 8,90%. Si se suma la tercera causa más frecuente de muerte, las enfermedades respiratorias, la proporción es de 37% a 26%. En resumen, los hospitales públicos dedican un tercio de su esfuerzo a los tres grupos de enfermedades más graves (que causan más defunciones), y los centros privados, un cuarto.

Los datos del INE solo permiten retroceder hasta 2011. Entonces hubo un 36,1% de ingresos por las tres patologías más mortales en la pública y el 26,8% en la privada. Una diferencia de 9,3 puntos. Esa relación bajó a 9 en 2013, pero desde entonces ha ido creciendo hasta los 10,8 puntos actuales, lo que indica que —siempre en proporción teniendo en cuenta que son sistemas de muy diferente tamaño y dotación de los centros sanitarios—, poco a poco, la pública va concentrando las patologías más graves (y más caras).

ATENCIÓN HOSPITALARIA EN 2017

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE). EL PAÍS

Hay otro grupo de dolencias, las del sistema digestivo, que causan muchos ingresos hospitalarios (son las segundas más frecuentes, con 604.000, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares). En este caso ambos sistemas dedican un esfuerzo similar (son el 12% de las altas).

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