A las puertas de Sanidad, los gritos y lemas contra iDental volvieron a sucederse: «iDental, estafa nacional», «¡Bocas destrozadas, bolsillos vacíos!»… Casi medio centenar de afectados por la supuesta macroestafa urdida por los propietarios de esta red de clínicas odontológicas, que cerró sus puertas el pasado verano sin previo aviso, se concentraron este miércoles ante el Ministerio. Varios de sus representantes se reunieron allí con la titular de la cartera para pedir la puesta en marcha de una batería de medidas que confronten esta «emergencia social sanitaria». Entre ellas, que la sanidad pública termine los tratamientos de los pacientes que se quedaron a medias o, en su caso, activen “las fórmulas necesarias” para que puedan concluirse.

«Le hemos pedido a la ministra María Luisa Carcedo que se libere una parte de los presupuestos para ello, pero nos ha comentado que el Gobierno está en funciones actualmente y, por tanto, tiene las manos atadas», explica Benito Lupiañez, que preside la asociación de afectados de Sevilla. «Nos dice que el Ejecutivo está utilizando los presupuestos que ha heredado del PP y no puede hacer nada hasta que se forme un nuevo Ejecutivo estable», apostilla.

El caso iDental estalló en 2018, cuando la red de clínica cerró sin previo aviso. Miles de pacientes se quedaron tirados con tratamientos a medias o sin iniciar. Además, muchos de ellos denunciaron mala praxis, como el uso de materiales de mala calidad e implantes mal hechos. Un escándalo mayúsculo —las autonomías llegaron a hablar de que los posibles afectados podían ascender a 400.000 en todo el país— que llegó a la Audiencia Nacional.

El magistrado José de la Mata inició entonces una investigación y descubrió que detrás de todo se erige una presunta macroestafa. Según el juez, la trama principal engañaba a los pacientes, personas con escasos recursos a quienes les hacían contratar préstamos para financiar sus tratamientos dentales a costa de inflar el presupuesto y basándose en «supuestas subvenciones de organismos públicos estatales inexistentes y a políticas muy agresivas de marketing».

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