Cuando la regla está por llegar, una se puede imaginar perfectamente a sí misma haciendo un Bridget Jones: envuelta en su nórdico hasta las cejas y comiendo helado directamente del bote de kilo. Si es gracioso es porque, para muchas, es real. Aquellos que entienden —o se imaginan— lo que supone se lo pueden tomar con humor, precisamente porque saben que los síntomas del síndrome premenstrual no son ninguna broma. Hipersensibilidad mamaria, dolor abdominal y pélvico, hinchazón, dolor de cabeza y articular, insomnio, cansancio intenso, ansiedad, falta de autocontrol, introversión o tristeza son solo algunos de los más comunes, y 2se han descrito más de 150 síntomas», asegura el ginecólogo Néstor Herraiz . Esas ganas de lanzarnos a comer compulsivamente chocolate, patatas fritas o cualquier otra fuente de carbohidratos no es más que otra de las consecuencias de nuestro ciclo hormonal.

Un trastorno infradiagnosticado

Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, el Síndrome Premenstrual (SPM) es «un conjunto de síntomas y signos físicos, psicoemocionales y cognitivoconductuales» relacionados con el ciclo menstrual de la mujer que alteran, en mayor o menor medida, su actividad cotidiana o sus relaciones interpersonales. Estos síntomas aparecen entre una o dos semanas antes de la menstruación, coincidiendo con la fase lútea del ciclo, es decir, desde la ovulación hasta el primer sangrado. Eso sí, «los síntomas pueden durar hasta el cuarto día de regla», añade Marta Adserá, ginecóloga del centro Dexeus Mujer .

La causa científica de por qué ocurre aún es incierta. La creencia más extendida es que se deriva de las fluctuaciones hormonales durante el ciclo, «donde los estrógenos y la progesterona están desequilibrados», dice Herraiz. Además, hay otros factores que podrían causarlo o agravarlo: la falta de regulación de otros sistemas hormonales (suprarrenal, renovascular), la anemia, el déficit de ciertas vitaminas o la depresión. «Sabemos que existe un infradiagnóstico de esta enfermedad, ya que muchas pacientes consideran estos síntomas cómo ‘normales», reconoce la ginecóloga. Aunque solo entre un 2% y un 15% de los casos se clasifican como un trastorno severo y que limita el día a día de las mujeres,

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