Diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia, obesidad, sedentarismo, tabaquismo… La creciente prevalencia de factores de riesgo cardiovascular en los últimos años ha incrementado el número de mujeres embarazadas en riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Durante la gestación la mujer está protegida y cuidada para garantizar su salud pero, ¿qué ocurre después? “Parece que con el parto todo acaba, pero la mujer que tiene diabetes o algún otro problema cardiovascular sigue necesitando un control tan importante o más que durante el embarazo”, ha afirmado Manuel Anguita, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Además, aunque la mujer no haya presentado previamente factores de riesgo cardiovascular, estos pueden desarrollarse durante el embarazo y mantenerse una vez finalizado el mismo, con repercusiones en la salud durante toda la vida. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el próximo 8 de marzo, la SEC, junto a las Sociedades Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), Ginecología y Obstetricia (SEGO), Endocrinología y Nutrición (SEEN), Diabetes (SED) y para el Estudio de la Obesidad (SEEDO-SEO), han presentado este miércoles en la Casa del Corazón el proyecto Riesgo vascular a partir del 4º trimestre, con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de controlar los factores de riesgo para el corazón una vez finalizado el embarazo. 

El 9,2% de las mujeres desarrolla diabetes gestacional, y entre el 6% y el 8% sufre trastornos hipertensivos durante el embarazo. Estas patologías, junto a la preeclampsia y la eclampsia (subida de la presión arterial con daños hepáticos y renales que pueden acabar en convulsiones) o el parto pretérmino pueden resentir el corazón de las mujeres, también, tras el parto. “El embarazo es una prueba de esfuerzo fisiológica para cualquier mujer, en la que se produce una hipertrofia en el corazón para llevar la sobrecarga que supone tener una vida dentro. Esto supone que algunas mujeres propensas genéticamente pueden desarrollar problemas cardiovasculares durante este periodo, que pueden continuar después”, ha señalado la Almudena Castro,

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