En los años setenta toda la población de cigüeñas europeas, española incluida, invernaba en África. En otoño el instinto las guiaba hacia el Sahel (Mauritania, Senegal, Gambia, Mali, Burkina Faso, Níger y Nigeria, principalmente). En la actualidad, la mayor parte de los ejemplares adultos de España (el 80%) y de Centroeuropa han acortado la ruta y no salen de la península o, como mucho, alcanzan el norte de Marruecos. Los únicos que mantienen la tradición intacta son los ejemplares  jóvenes, hasta que cuando alcanzan la madurez, entre cuatro y cinco años, ya han aprendido que no merece la pena enfrentar los peligros de una migración de miles de kilómetros. El estudio Migración y ecología espacial de la cigüeña blanca en España presentado hoy por la ONG ornitológica SEO/BirdLife ha corroborado este cambio de comportamiento que se detecta desde hace décadas.

La organización ha reunido más de tres millones de localizaciones -lugares donde se encuentran estas aves en temporadas de cría, invernada y migraciones- enviados por los emisores por satélite con los que han equipado a 79 cigüeñas nativas españolas y de origen centroeuropeo (34 adultos y 45 pollos) durante años, desde 2012. Estos datos se han complementado con otros de anillamiento y recuperación de aves y han permitido conocer con precisión los movimientos migratorios, las zonas de invernada, la supervivencia de las distintas clases de edad, o estudiar la ecología espacial y el uso de hábitat de la cigüeña blanca, explica SEO/BirdLife.

«La información recopilada muestra claramente un cambio de estrategia migratoria de las cigüeñas blancas en Europa Occidental», señalan. Detrás de estos cambios de hábitos, aparece un clima más benigno y, sobre todo, la modificación a la que ha sometido el hombre al territorio con la creación de nuevos hábitats. Los macrovertederos se han convertido en los lugares preferidos de la cigüeña para alimentarse: siempre encuentran comida, sea verano o invierno. “Casi todas las capitales cuentan con inmensos vertederos que atraen a la población de cigüeñas y la focalizan, aprovechan toda la pequeña fauna asociada a estos lugares además de comer restos de lo que encuentran”,

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