El Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid investiga un presunto caso de negligencia médica y homicidio imprudente tras la denuncia de la familia de un bebé de nueve meses que murió el pasado febrero en el Hospital Gregorio Marañón después de recibir supuestamente una dosis 10 veces superior del medicamento que tenía prescrito.
La denuncia de la familia, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, relata que el bebé recibió un trasplante de corazón en noviembre de 2018, y que el pasado 4 de febrero ingresó en el centro madrileño, donde se le administró «accidentalmente» un gramo de micofenolato, un fármaco inmunosupresor que se emplea para el tratamiento de pacientes trasplantados, cuando necesitaba solo 100 miligramos. El bebé falleció el pasado 19 de febrero. La historia clínica del hospital describe que se administró «por error» una dosis «10 veces superior a la correspondiente», según la familia.
Fuentes de la Consejería de Sanidad han indicado que el Servicio Madrileño de Salud y el Hospital ofrecerán «la máxima colaboración con la justicia durante la instrucción de la causa hasta que se dirima cualquier tipo de responsabilidad». «Lamentamos profundamente la muerte del bebé. No podemos dar detalles, ya que la causa está judicializada», explicaron fuentes del Gregorio Marañón, informa Julia F. Cadenas.
Tramitada por la Asociación el Defensor del Paciente, la denuncia aporta diversas anotaciones recogidas en la historia clínica para sustentar las acciones contra el centro y los sanitarios que atendieron al paciente. La historia clínica, según los denunciantes, describe «perfectamente este suceso que llevó a consecuencias fatales»: isquemia intestinal, gastritis aguda con hemorragia y posterior fallecimiento.
El abogado de la familia y de la asociación solicitará que se comience a llamar a declarar a los médicos y enfermeras responsables del menor para depurar responsabilidades por esta muerte presuntamente por negligencia médica.
Carmen Flores, presidenta de la Asociación Defensor del Paciente, sostuvo que los errores en los fármacos son cada vez más habituales, aunque preguntada por este diario no ofreció una cifra concreta de quejas recibidas en la asociación, informa Lucía Ramos Aísa.