El comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud necesita más información para decidir si declara la emergencia internacional ante el brote de un nuevo coronavirus en Wuhan, China. Tras una larga reunión mantenida este miércoles en Ginebra que se ha alargado dos horas más de lo previsto, los expertos han decidido reanudar las deliberaciones el jueves. La última emergencia sanitaria internacional decretada por la OMS fue el pasado julio, con motivo del brote de ébola en el Congo.

Los últimos datos aportados por Reuters señalan que el virus ya ha afectado a más de 500 personas y ha terminado con la vida de 17, lo que supone una tasa de mortalidad de alrededor del 3%. Las muertes se han multiplicado por dos en solo un día. No hay detalles disponibles de todas las víctimas; los que hay señalan que la gran mayoría de ellas padecían patologías previas. El referente más cercano que existe, el SARS, un brote vírico que también nació en China en el año 2002, tuvo una tasa de mortalidad del 10%. Este se saldó con casi 8.000 infectados y más de 700 fallecimientos.

Todavía quedan muchas incógnitas. Una portavoz de la OMS explica que ni siquiera está claro cuánta gente hay infectada. «Cuanto más pruebas se hagan, más casos aparecerán. No sabemos si existen algunos asintomáticos, ni si estos son infecciosos», asegura. Lo que sí parece claro de momento es que la enfermedad es menos grave que sus dos primas: SARS y MERS.

La declaración de organización internacional llega después de una rueda de prensa del Consejo de Estado de China. En la madrugada (hora española), anunció la hipótesis de que el virus 2019-nCov haya mutado, lo que complicaría su tratamiento. Y, ante la posibilidad de que crezcan los casos con los millones de desplazamientos que se producirán en los próximos días con motivo del año nuevo chino, ha aconsejado a los ciudadanos que eviten viajar al municipio.

La recomendación de la ciudad de Wuhan es que sus ciudadanos no abandonen la localidad.

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