Tal Ben-Shahar (Ramat Gan, Israel, 1970), doctor en Psicología y Filosofía por la Universidad de Harvard, donde fue profesor 25 años, lleva otros tantos estudiando la felicidad. Como muchos otros expertos, cree que el gran enemigo del bienestar es el estrés: el 94% de los universitarios estadounidenses lo sufren. «Es la nueva pandemia global», dice en alusión al calificativo empleado por la Organización Mundial de la Salud. Los médicos lo llaman el «asesino silencioso», cuenta. Pero el psicólogo israelí cree que durante años se ha estado mirando al lado equivocado; no hay que estudiar los factores que lo provocan, sino las conductas que no lo curan. «Hemos dejado de darle importancia al descanso, a la recuperación y no basta con el sueño», apunta.

Ben-Shahar cambió hace unos años cambió Boston por Nueva York y ahora imparte un seminario sobre la felicidad en la Universidad de Columbia, además de dirigir el Happiness Studies Academy, una plataforma online con cientos de estudiantes interesados en aprender a gestionar sus emociones. Desde hace años tiene claro el diagnóstico: la felicidad constante no existe.

Esta semana ha participado en EnlightED, un evento sobre el futuro de la educación y su relación con la tecnología organizado en Madrid por South Summit, la Fundación Telefónica, IE University y la Fundación Santillana.

Pregunta. ¿Existe un sistema inmune psicológico? ¿Hay personas que tienen mayor tendencia a la tristeza?

Respuesta. La genética marca la diferencia. Por ejemplo, yo no nací con una genética ligada a las emociones positivas. De niño sentía ansiedad, igual que mis padres y abuelos; la hemos padecido generación tras generación. El hecho de ser infeliz hizo que me interesara por este campo: la ciencia de la felicidad. En los años setenta, en Estados Unidos, se hizo una serie de investigaciones sobre gemelos con idénticos genes. Se les separó al nacer, fueron criados en países distintos, con economías diferentes. Pasados los años se observó que había muchas similitudes en cuanto a sus niveles de bienestar,

 » Más información en elpais.es