Vincent Lambert no morirá de forma inminente. El tribunal de apelaciones de París ha dado la razón a los padres del enfermo francés tetrapléjico y en estado vegetativo desde 2008 que pedían que no se detuviera la hidratación y alimentación artificial que lo mantienen con vida mientras un comité de Naciones Unidas al que habían apelado analiza el fondo del caso, convertido en un debate nacional sobre el derecho a una muerte digna. De este modo, ha afirmado uno de los abogados de los padres de Lambert, el hospital de Reims que este mismo lunes había comenzado el protocolo de fin de vida del paciente, por recomendación de los médicos que lo cuidan y con el visto bueno de su esposa y tutora legal, deberá volver a iniciar el tratamiento.

En su decisión, anunciada poco antes de las 23.00, el tribunal “ordena al Estado francés tomar todas las medidas para hacer respetar las medidas provisionales solicitadas por el Comité internacional de derechos de las personas discapacitadas el 3 de mayo de 2019 sobre el mantenimiento de la alimentación e hidratación” de Vincent Lambert, reza el fallo de la corte de apelaciones, según la Agencia France Presse.

Aunque el fallo no entra en el fondo sobre si hay que dejar morir o no al paciente, la decisión fue celebrada como una «victoria extraordinaria” por Jean Paillot, uno de los abogados de los padres de Lambert que, junto a dos hermanos del enfermero de 42 años en estado vegetativo desde que sufriera un accidente de tráfico hace casi 11 años, se oponen férreamente a que se ponga fin a la vida de su hijo. Los padres llevan seis años enfrentados en los tribunales a la esposa de Vincent, Rachel, quien junto con el resto de hermanos y hermanas de Lambert, así como un sobrino, luchan por hacer respetar lo que afirman era la voluntad expresa de Vincent y quieren poner fin a lo que consideran un “encarnizamiento terapéutico”. La división familiar, y el hecho de que Lambert no dejara por escrito sus deseos en un testamento vital,

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