La Junta de Andalucía ha desactivado este jueves por la mañana la alerta por el brote de listeriosis que lanzó el pasado 15 de agosto. La Consejería de Salud ha confirmado «que el riesgo de nuevos contagios es casi nulo y que los productos que causaron las toxiinfecciones alimentarias se encuentran fuera de los circuitos de producción y distribución”, según un comunicado de prensa en el que también asegura que “es poco probable» la aparición de nuevos casos relacionados con la infección por listeria, originada en la carne mechada de la empresa Magrudis.

El mayor brote de listeriosis de la historia de España, con un total de 222 casos en todo el país -217 solo en Andalucía-, se ha cobrado la vida de tres personas y ha provocado siete abortos confirmados. Los propietarios de la empresa en la que se gestó la infección, José Antonio Marín Ponce y su hijo mayor Sandro Marín Rodríguez, permanecen en prisión provisional desde el pasado 27 de septiembre, acusados de un delito contra la salud pública, tres homicidios imprudentes, dos delitos de lesiones al feto con resultado de aborto, lesiones e insolvencia punible.

El administrador de hecho de la empresa -José Antonio Marín Ponce no figura como tal pero la jueza lo considera administrador de hecho y dueño de facto- y su hijo sabían que sus productos tenían listeria desde diciembre de 2018. Las grabaciones que la Guardia Civil realizó de las llamadas telefónicas entre los miembros de la familia Marín desvelaron que los propietarios conocían que uno de sus lotes de 20 de diciembre de 2018 había dado positivo en listeria. Así se lo confirmaba Marín Ponce a su hermano en una conversación del 12 de septiembre de este año. En ella, reconocía que tomó pruebas de ese lote tras recibir una alerta de una intoxicación en Huelva, pero que retiró el producto «y ya está porque eran pocos kilos”. El dueño de Magrudis también afirma que al laboratorio que tomó los análisis en febrero solo les pidió la prueba que había dado negativa.

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