La gripe ya arrecia en buena parte del territorio español. La mayoría de las comunidades autónomas han superado el umbral basal de síndromes gripales (55,5 casos por 100.000 habitantes) y ya se encuentran en fase epidémica. En la última semana, la tasa global de incidencia es de 109,4 casos por 100.000 habitantes y mantiene su tendencia al alza. Las comunidades autónomas han desplegado sus planes de contingencia para hacer frente a la avalancha de afectados por el virus pero las urgencias de algunos hospitales ya empiezan a acusar la saturación de los servicios. Los ancianos frágiles, con problemas cardiovasculares o respiratorios de base, y los niños de menos de un año son los colectivos más afectados.
Ha tardado dos o tres semanas más que el año pasado, pero la epidemia de gripe no ha fallado a la cita. “A nivel nacional, se señala un nivel de intensidad de actividad gripal bajo, un nivel de difusión epidémico y una evolución creciente”, apunta en su último informe semanal el Sistema de Vigilancia de la Gripe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
“Todos los años tenemos epidemia de gripe. No está pasando nada fuera de lo normal. El virus que más circula es el de tipo A y, generalmente, hay una notificación más elevada en los niños más pequeños y los casos más graves son en personas mayores y grupos de riesgo. Es muy importante lanzar la recomendación de que los mayores de 65 y los que pertenecen a grupos de riesgo deben vacunarse”, explica Aurora Limia, técnica de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.
La tasa de hospitalización de pacientes con gripe es de 5,3 casos por 100.000 habitantes. El 53% de ellos son mayores de 64 años. “Los casos graves siempre van a los dos extremos: los bebés y los mayores de 65 con factores de riesgo, sobre todo enfermedades cardíacas y pulmonares”, apunta el doctor Toni Trilla, jefe de epidemiología del hospital Clínic de Barcelona. Entre los casos graves ingresados (1,71 por 100.000 habitantes),