El Gobierno catalán ha anunciado esta mañana que ha realizado un pedido de catorce millones de mascarillas para que la ciudadanía pueda protegerse en el proceso de desconfinamiento. La primera partida de 100.000 estará ya este martes disponible en las farmacias. El resto se irán distribuyendo progresivamente. Las mascarillas han sido adquiridas a una empresa de Barcelona, de la comarca del Maresme, según los datos que ha facilitado el Ejecutivo catalán.
El objetivo del Govern es que cada catalán, en torno a siete millones y medio, puedan disponer de una mascarilla gratis solo con presentar la tarjeta sanitaria en la farmacia. La segunda unidad ya correrá a cargo del usuario. Es un material que se ha adquirido exclusivamente para la ciudadanía y no son las del modelo EPI destinadas a los profesionales sanitarios.
El Govern ha hecho esta mañana una llamada a la población a que cuando salga a la calle lleve mascarilla y guantes. La administración catalana incluso se ha mostrado partidaria de que está circunstancia sea obligatoria. Y en tanto que los catorce millones de unidades no estarán disponibles para la semana que viene, en que cientos de miles de empleados catalanes tendrán que volver a reincorporarse a su puesto de trabajo, el Gobierno catalán ha pedido a los ciudadanos que pueden hacer teletrabajo que sean los últimos en comprar sus mascarillas.
Mientras, el Govern catalán ha mostrado esta mañana su «preocupación» por el hecho de que el confinamiento total de la población acabe hoy y la semana que viene, con el fin de la Semana Santa, se relajen los términos del confinamiento. «Lamentamos la decisión del presidente del Gobierno», ha asegurado la consejera de la Presidencia, Meritxell Budó, tras la reunión diaria del comité de crisis del Ejecutivo autonómico.
A su juicio, el virus tiene dos aliados, las prisas y la imprudencia, y ha advertido de que retirar las medidas más restrictivas del confinamiento puede provocar un rebrote del virus que obligaría a adoptar un nuevo cierre total de la economía.