La psicosis mundial que se ha generado con los casos confirmados de coronavirus ya está teniendo sus efectos negativos en el sector turístico español. Los viajes organizados desde China están siendo cancelados y sólo llegan a España los que ya estaban recorriendo Europa. «El miedo es libre, contagioso y paralizante y ya estamos notando las anulaciones de viajes», explica Almudena Cencerrado, presidenta de la Confederación de Guías Oficiales de España.
El turista chino sigue prefiriendo los destinos culturales y es la España interior la que está sufriendo los efectos de esta alarma mundial. «Los chinos no suelen ir al norte, a Asturias o al País Vasco, ni tampoco a otras comunidades como Murcia, pero sí a Barcelona, Madrid, Segovia, Toledo, Sevilla o Granada, que están notando esta bajada, por lo que afecta de forma variopinta a cada comunidad», apunta la presidenta de los guías turísticos, que confía en que esta crisis sea «pasajera» y se congratula de que en la actualidad sea temporada baja de turismo en la España interior.
En el caso particular de una de estas ciudades, Toledo, el visitante procedente de China representa el 2 por ciento del total de turistas que llegan a esta capital cada año.
Turismo emergente
Aunque el turismo procedente de la China continental supone un pequeño porcentaje en el conjunto de los turistas extranjeros que visitan España, «es un turismo que empezaba a ser emergente en los últimos años», lamenta la presidenta de los guías, que también han detectado nuevos hábitos en el visitante chino: «Antes venían a Europa en tours vertiginosos, como auténticos correcaminos, porque en un solo día salían de Madrid, visitaban Toledo, comían en Córdoba y dormían en Sevilla. Ahora esto va cambiando, muchos se lo toman con más calma y se quedan más tiempo en ciudades para disfrutar de la cultura y la gastronomía locales».