Una persona, después de una espera de más de un mes, obtiene cita para el fisioterapeuta. Acude y se encuentra con la desagradable sorpresa de que un cartel pegado en la puerta de la consulta avisa de que “hoy no hay fisioterapia”; así, sin más. Naturalmente, pregunta qué ocurre y le dicen que no hay personal para dar el servicio y que no saben cuándo se reanudará este; tiene que llamar por teléfono para que le informen. Le dicen que no hay nadie que sustituya a la fisioterapeuta, que no hay ningún suplente, que lo han solicitado sin resultado. Así que, lleno de frustración, vuelta para casa, sin saber cuándo lo van a atender. No, no se trata de la España vaciada (que, por supuesto, tiene los mismos derechos), se trata de Madrid. Solo añadir que no me imagino que esto le pueda ocurrir a un diputado y, mucho menos aún, al consejero de Sanidad.

Ángel Villegas Bravo. Madrid

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