La Comunidad de Madrid comienza a levantar la cabeza después de sufrir más que ninguna otra el ataque del coronavirus. «La situación no está normalizada y no es óptima, pero sí mejor», explica Enrique López, consejero de Interior, Justicia y Víctimas del Terrorismo. Aun así, las mejores perspectivas sanitarias de Madrid no han sido suficientes para que el Ministerio de Sanidad haya permitido a la región pasar a la fase 1 de la desescalada.
-¿Están decepcionados con la decisión del Gobierno?
-Solicitamos el pase porque habíamos hecho las cosas con responsabilidad, así que obviamente se ha producido un cierto grado de decepción. Pero eso nos obliga a trabajar para solicitar el cambio de fase de nuevo antes de que finalice el estado de alarma. Queremos estar en la fase 1 el día 18.
-¿Qué van a hacer que no habían hecho hasta ahora?
-No tenemos ninguna resolución que nos diga por qué no hemos pasado de fase, tan sólo la información que el Ministerio de Sanidad trasladó a nuestra consejería en una reunión. Nos dijeron que teníamos que reforzar la Atención Primaria para mejorar la detección de los contagios y eso vamos a hacer, aumentando de 10.000 a 15.000 las PCR diarias y contratando a 550 profesionales.
-La dimisión de la directora de Salud Pública, Yolanda Fuentes, al no querer avalar con su firma el cambio de fase, no les ha ayudado.
-No cabe duda de que ese suceso no ha ayudado, pero el único informe oficial que elevó la Comunidad de Madrid, el que interesa, no el que se filtró interesadamente, está capitaneado por el doctor Antonio Zapatero (exdirector del hospital de campaña de Ifema), una persona de una valía indiscutible y una experiencia contrastada. Ahí se exponían todos los datos objetivos sobre número de camas en UCI, camas hospitalarias, test PCR, fallecimientos.