Desde que el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, diese luz verde en 2010 a su reforma sanitaria —conocida como Obamacare—, unas 400 mujeres más cada año han podido ser diagnosticadas de forma precoz de cáncer de ovario. Gracias a esta norma, además, las desigualdades raciales en el acceso a los tratamientos oncológicos se han reducido. Así lo constatan sendos estudios presentados este fin de semana en Chicago en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO). Los especialistas reivindicaron las bonanzas de la ley, que pretendía garantizar el acceso a la sanidad a todos los estadounidenses, en un momento en el que, precisamente, la norma pende de un hilo: ha sido declarada inconstitucional por un juez de Texas y el Departamento de Justicia del actual presidente Donald Trump ha pedido que se derogue.

La cuestión de las desigualdades sociales en el acceso a la sanidad en Estados Unidos ha aterrizado con fuerza en la cita mundial de oncología, a la que este diario ha acudido invitado por la farmacéutica Roche. ASCO ha llevado a su sesión plenaria, la conferencia más importante del congreso, tres estudios científicos que ponen sobre la mesa la inequidad en el acceso a los tratamientos del cáncer que genera su modelo de salud y cómo la reforma sanitaria de Obama -la Ley de Asistencia Asequible (ACA, por sus siglas en inglés)- ha paliado algunas de estas desigualdades.

En Estados Unidos no hay un sistema de cobertura sanitaria universal. Los empresarios garantizan la cobertura de la mayoría de los trabajadores mientras que otra parte de la población elige aseguradoras privadas. El Gobierno dispone además de un programa estatal (Medicare) para mayores de 65 años y otro (Medicaid) para los grupos sociales más vulnerables (familias pobres, embarazadas, niños y discapacitados). Con la reforma sanitaria, el Gobierno de Obama daba luz verde a los estados para ampliar la cobertura del Medicaid y dar ayudas para contratar seguros privados.

“La expansión del Medicaid [el programa estatal para dar cobertura a los grupos sociales más vulnerables] se asoció con una reducción de las desigualdades raciales en el acceso a un tratamiento adecuado del cáncer”,

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