Cualquier modelo de familia actual, actuando con autonomía, respeto y libertad, es válido para someterse a un tratamiento de reproducción asistida

En un mundo transhumanista, la sociedad está cambiando los patrones clásicos de modelo familiar con la incorporación de la posibilidad de divorcio, de matrimonio entre parejas del mismo sexo, las madres sin pareja masculina, la incorporación de la mujer al mundo laboral o el acceso de la población a las técnicas de reproducción asistida.

Esto ha llevado a que, en Francia, de amplia tradición conservadora en cuanto a estos modelos familiares, abra la posibilidad de la reproducción asistida a las parejas de lesbianas y a las mujeres solteras en el sistema público, en un proyecto de Ley de Bioética que deberá llegar a la Asamblea Nacional este mes. La ampliación de la reproducción asistida, desde 1994 restringida solo a las parejas heterosexuales, era una promesa de campaña del presidente, Emmanuel Macron. No obstante, solo dio el paso tras recibir el visto bueno, el año pasado, del consultivo nacional de ética de Francia, que se manifestó favorable (si bien no fue unánime) a la ampliación de la reproducción asistida a todas las mujeres.

La legislación en países europeos es muy diversa en cuanto a la utilización de gametos de donante. Desde la prohibición total de su uso, como es el caso de Alemania, hasta la utilización de estos de una forma no anónima, como en el caso de Reino Unido, Suecia o recientemente Portugal, la reglamentación en los diferentes países de Europa depende en gran medida de factores como la estructura social, el partido político gobernante, cuestiones éticas o creencias religiosas.

En nuestro país, desde la introducción de la primera Ley de Reproducción Asistida en 1988, una de las más avanzadas de Europa, las mujeres sin pareja masculina o las mujeres con pareja femenina han podido acceder a la maternidad gracias a la utilización de la donación de semen. Esto ha conducido a que muchos de los tratamientos que se realizan en España sean de parejas o mujeres sin pareja que acuden desde sus países de origen,

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