Siempre nos han dicho que una alimentación saludable ayuda a vivir más y mejor. Sin embargo, en los países desarrollados el consumo de comida rápida aumenta exponencialmente y, con ello, las tasas de obesidad. Por otra parte, mientras un número elevado de personas tiene problemas de obesidad, hay 821 millones de personas pasando hambre. Me gustaría realizar un llamamiento para concienciar a la población sobre el problema de la alimentación mundial y reforzar la lucha para terminar con el hambre, la desnutrición y la pobreza.

Nina Cortés Lucassen

Matadepera (Barcelona)

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