La «ola más dura» de contagios azotará el país esta semana. Toca «resistir»y «llegar fuertes» al próximo domingo, como arengó el sábado pasado el presidente del Gobierno. Sin embargo, en primera línea se bate diariamente el sector de población más expuesto a la enfermedad, el personal sanitario. Estos ya suponen el 12% del total de infectados por la enfermedad en nuestro país, una cifra de 3.475, según adelantó este domingo el director del Centro de Alertas Sanitarias, Fernando Simón, antes de desgranar el balance de la curva diaria del COVID-19, que arrojó 28.572 positivos, 1.785 enfermos en la UCI, 1.720 fallecidos y 2.575 curados.
«Es un problema importante para el sitema sanitario, son el grupo poblacional de más riesgo. En esta epidemia se están poniendo en relieve el grupo de héroes que tenemos en nuestra sociedad. Grupos que nos han demostrado durante años que sostienen la sociedad con un esfuerzo durante años. Ahora mismo está demostrando que se exponen y lo dan todo para contener la enfermedad, desgraciadamente tiene consecuencias para ellos», explicó Simón.
Estos datos se deben, en gran parte, al poder de transmisión del virus y a la falta de elementos protectores como mascarillas, batas o equipos de protección individual (EPI), de los que está adoleciendo el sistema sanitario en este primer golpeo de la crisis.
Simón también ha advertido de que el tiempo de estancia de un paciente en la UCI no es de 10 a 14 días como en un principio se había sospechado, «sino de hasta 28 días». Esto provocará que, según los datos que maneja el Ministerio de Sanidad, «el punto crítico de ocupación en las UCI se producirá con dos o tres semanas de retraso respecto al punto más alto de contagios». El epidemiólogo descarto vaticinar si será a lo largo de la próxima semana cuando se alcance este escenario,