Doce días después de que el Servicio Galego de Saúde (Sergas) decretase el cierre del paritorio del hospital comarcal de Verín (Ourense) —basándose en que el bajo número de partos “resta pericia a los ginecólogos”— ha tenido que abrirse para asistir a una gestante que acudió por urgencias. La inminencia del parto llevó al jefe de Ginecología a optar por no trasladarla al complejo hospitalario de Ourense (a 72 kilómetros), como obliga la Xunta desde el pasado día 1. Para que pudiera realizarse ahí el parto tuvo que mediar el juez de guardia.

En medio de la fuerte contestación social a la decisión del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo de cerrar el paritorio del hospital comarcal —multitudinarias manifestaciones, broncos debates del PP contra todos los grupos en el Parlamento autonómico y un encierro vecinal en el hospital que se mantiene desde el día 1— la naturaleza ha seguido su curso, ajena a lo político.

Sobre las cuatro de la madrugada de este jueves acudió a urgencias del hospital comarcal una mujer que había roto aguas y tenía una dilatación de cuatro centímetros. La matrona que la atendió avisó al jefe de Ginecología, Javier Castrillo, y este se dispuso a pedir una ambulancia para trasladarla al Complejo Hospitalario Universitario de Ourense, siguiendo la orden del Gobierno gallego.

Cuando estaba haciendo el informe para el traslado, la matrona lo avisó de que la dilatación era ya de seis centímetros. “Subí a verla y era de ocho, iba rapidísimo”, explica Castrillo la razón porque la que finalmente decidió no trasladarla y reclamar un pediatra a la directiva de guardia del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO).

“Primero me dijo que sí, que lo enviarían, pero al cabo de un rato me llamó para decirme que si yo había tomado la decisión de dejarla parir aquí, que asumiese también la responsabilidad y llamé al juez de guardia”, relata el ginecólogo.

Sostiene que su decisión se basó en criterios técnicos. “Hay escalas que miden la inminencia de un parto y todas las guías desaconsejan el traslado cuando hay riesgo de parto en itínere.

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