El 15 de marzo es la fecha elegida para celebrar el Día Mundial del Sueño 2019, una iniciativa internacional que pretende concienciar a la población sobre la importancia de mantener una buena higiene del sueño. No es una cuestión menor porque, según datos de la Sociedad Española del Sueño, un 33% de la población mundial presenta dificultades puntuales para dormir y, entre un 10 y un 20%, tiene problemas crónicos para descansar correctamente.
“El sueño va a ser uno de los pilares de mayor avance como generador de felicidad y productividad de las próximas décadas” señala desde la Sociedad Española de Sueño (SES) el doctor Carlos Egea. “Durante años nos han vendido la moto de que el tiempo dedicado al descanso es tiempo perdido”, indica Egea. Pero la realidad es bien distinta: “Entender que el sueño es como respirar, que está probado científicamente que produce bienestar y alegría, es a lo que debemos aspirar. Junto con la alimentación y la práctica deportiva, hará que cambie nuestra trayectoria como sociedad hacia una mejor calidad de vida”.
Egea, que preside el comité organizador de la XXVII Reunión Anual de SES que se celebrará el próximo mes de abril en Vitoria, explica por qué es tan importante dedicar unas horas del día a dormir: “Durante el día hay tanto tráfico neuronal que el asfalto –utilizando un símil con la circulación vial– presenta desconchones, se estropea. Por la noche, durante el descanso, el tráfico se descongestiona y la carretera se recupera”.
¿Qué debemos hacer para lograr una buena higiene del sueño?
“Lo primero que debemos tener en cuenta es que no todos somos iguales. Hay que valorar la edad y cómo se modela el sueño en cada etapa de la vida”, señala el doctor. “Por ejemplo, no es lo mismo un bebé que un adulto ni se puede pretender meter en la cama a un adolescente a las 8 de la noche”. Tampoco ayudan los hábitos de vida actuales: el abuso de las pantallas, los horarios laborales cambiantes,