PUEDE SER un chico cualquiera de arrabal, de familia desestructurada, criado en las humillaciones de vivir en una sociedad profundamente clasista, con una alimentación pobre, los dientes desordenados, el día en la calle pateando una bola.
Quince años después, millones de espectadores se encuentran al borde de un ataque de nervios con los ojos y el alma clavados en él, una escultura perfecta adornada con un diamante de más quilates que la edad de su oreja y un peinado bruñido como sus Ferrari. Final de un gran torneo, tanda de penaltis. La grada revienta a gritos e insultos, los gerifaltes se agarran la cartera, muchísimo dinero depende de esa patada; sus compañeros se cubren la cara para no verlo. Nadie querría estar en su lugar. El chico del arrabal avanza firme y cabizbajo hacia el punto exacto. Allí está solo con el balón frente al abismo de la portería. Todo a su alrededor está desquiciado menos su cabeza, una fabulosa máquina que ordena ejecutar sobre el balón la potencia y el efecto exactos que desmadejen al formidable portero. Y lo clava en la red. O no. Eso es lo de menos ahora. Aquí importa el poder psicológico, el músculo mental que se ofrece a tirar ese penalti definitivo. El camino de años de entrenamiento físico y mental recorrido por un chico o una chica cualquiera hasta llegar a la élite.
Las grandes victorias son psicológicas. Eso lo sabe bien Rafa Nadal, muchas veces destrozado físicamente en la cancha de la que salió campeón gracias a su formidable cabeza. Muy pocos nacen con cualidades físicas o mentales extraordinarias, pero, con un buen entrenamiento, casi todos podemos ser excelentes en nuestras cualidades; sin él, ni el más virtuoso destaca.
Uno de los mejores escultores de cerebros es el autor del libro El entrenador mental, Juan Carlos Álvarez Campillo, psicólogo experto en liderazgo y coaching de los mejores deportistas y altos ejecutivos en España. Con ellos trabaja tres elementos esenciales: la confianza en sí mismos, el control del estrés y la gestión de las emociones para conseguir sus objetivos.