Cuando en todo el país los profesionales de Atención Primaria decimos ¡basta! es que algo pasa. Las actuales agendas de consulta no tienen fin, con más de 40 pacientes por jornada en muchos casos, cada uno de ellos con sus dolencias o problemas de cualquier índole. Todo cabe en nuestras consultas, donde la principal herramienta de trabajo es la comunicación con el paciente. Escuchar y comprender lo que le sucede al otro precisa un mínimo de tiempo, requiere mucha energía y conlleva desgaste emocional. Estamos empezando a rebelarnos por la salud de los pacientes, por la nuestra propia y por la dignidad del acto médico. Es un problema de toda la sociedad y como tal debería ser abordado.

Ana Carvajal de la Torre, A Coruña. 

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