Los brotes de sarampión siguen expandiéndose en todo el mundo con los niños como principales víctimas. La mayoría de las 140.000 personas que murieron en 2018 por esa enfermedad infecciosa eran menores de cinco años, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas.La crisis del sarampión cumple su tercer año dejando cifras alarmantes. En 2018, los casos detectados duplicaron a los de 2017 y, aunque no hay datos totales sobre 2019, los informes no son optimistas ya que, hasta mediados de noviembre, se habían contabilizado 413.000 casos, frente a los 353.236 registrados en todo 2018.La falta de vacunación es la gran responsable de estas cifras. De hecho, esta misma semana Samoa ha iniciado una campaña de vacunación para toda la población después de que más de 4.000 personas hayan sido contagiadas desde el inicio del brote en el país en el mes de octubre y hayan muerto 62 personas.Especialmente llamativo es otro dato, y es que cinco países suman el 45% del total de los casos de sarampión en todo el mundo en 2018. Son la República Democrática del Congo, Liberia, Madagascar, Somalia y Ucrania.En el primero de ellos, el sarampión ha provocado más muertes que el ébola y la situación es crítica. En lo que va de año se han triplicado los casos de infección con respecto a 2018 con cerca de 250.000 personas afectadas y alrededor de 5.000 muertes.En Liberia, este se han reducido levemente los casos de sarampión después de que alcanzara la tasa más alta en 2018 con cerca de 4.000 posibles casos y 16 muertes debido a la baja vacunación. El caso de Madagascar es aún peor, con 244.607 casos desde agosto de 2018 hasta noviembre de 2019 y 1.080 muertes, la inmensa mayoría de niños menores de 14 años.En Somalia, por su parte, el sarampión se ha convertido en una de las principales causas de muerte en menores, aunque gracias a las campañas de vacunación se ha conseguido reducir la propagación en lo que va de año, con 3.616 casos contabilizados en noviembre de 2019.En Ucrania, 41 personas han muerto desde el inicio del brote en 2017, que ha afectado a más de 115.000 personas y que a día de hoy no mejora los datos.Unicef está colaborando con todos estos países en la vacunación tanto del sarampión como de la rubeola con el objetivo de erradicar estas enfermedades infecciosas.

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