Al nacer, antes de darles el alta en el hospital, los recién nacidos son sometidos a una prueba de audición, un cribaje que determina que su oído funciona correctamente y que no tiene ningún problema congénito que le provoque hipoacusia. Sin embargo, aunque esta prueba sea correcta, no significa que el bebé no vaya a padecer, durante los primeros meses de vida, algún problema no congénito que le impida escuchar correctamente.

Si esto sucede, es importante que se detecte lo más prematuramente posible, pues el oído es un sentido de vital importancia para el aprendizaje los primeros años de vida. De hecho, se calcula que un niño necesita oír alrededor de 45 millones de palabras antes de los cuatro años y al menos 20 mil horas de escucha durante la infancia para adquirir correctamente y a tiempo las destrezas en lenguaje y lectoescritura. Si los padres están atentos a algunos signos de alerta, el diagnóstico será más prematuro y, por tanto, se podrá poner remedio antes y evitar o minimizar las posibles secuelas.

Signos de aleta de la hipoacusia antes de los seis meses

Un bebé de menos de seis meses con un oído sano, tiene que, de alguna forma, manifestar algún tipo de respuesta ante la presencia de sonidos, especialmente si se trata de las voces de sus personas de referencia,

 » Leer más