Los jefes de Servicio de las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales españoles celebraron una teleconferencia este miércoles para repasar el Plan de Contingencia que la sociedad médica que los agrupa había consensuado y redactado. El objetivo era que las experiencias de Madrid, País Vasco y Cataluña, que ya tienen semanas afrontando la pandemia, fueran compartidas con los que están en un estado de «prealarma».

«Hablamos de tres fases», explica Ricard Ferrer, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) y jefe del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Vall d’Hebron. «La primera es de inicio de la pandemia; en la segunda hay saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y en la tercera, colpaso. Algunas unidades de Madrid están en la fase de colapso, y de Cataluña lo estarán la próxima semana».

–¿Cómo afecta este colapso al sistema sanitario?

–Obliga a utilizar recursos fuera de las UCI y adaptar zonas que habitualmente no son de cuidados intensivos, como las de reanimación, con equipamiento y profesionales.

–¿Cómo se transforman esas otras áreas?

–Hay que buscar monitores y respiradores. Para el uso asistencial reclutamos equipamiento que proviene de quirófanos, ahora que baja la actividad de la cirugía programada, e incluso los que se usan para docencia e investigación.

–¿Qué perfil tienen las personas con coronavirus que requieren entrar a la UCI?

–Son pacientes que tienen neumonía con insuficiencia respiratoria. Suele ser bilateral, es decir, de los dos pulmones. A la mayoría la tenemos que intubar y conectar a ventilación mecánica. Van a necesitar una estancia en la UCI de alrededor de 20 días.

LAS FRASES:

El Peor escenario.

«La situación más dramática es que no haya ventiladores para todos»

Varias veces al día.

«El triaje que hacemos para admitir pacientes en las UCI es la decisión más dura y tiene un coste psicológico»

–¿Suelen ser los grupos más vulnerables?

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