«Marcho porque no tengo otra opción: nuestro planeta está ardiendo, la guerra es inminente y las mujeres seguimos siendo silenciadas por luchar por nuestros derechos. Marcho porque debo hacerlo». Con estas palabras explica Uma Mishra-Newbery por qué acudirá a las movilizaciones que la Women’s March Global (Marcha global de las mujeres), de la que ella es directora ejecutiva, ha convocado este sábado 18 de enero en más de 30 ciudades de todo el planeta. En España, en Palma de Mallorca. Una primera cita del feminismo en un año clave en el que se celebra el 25 aniversario de la adopción en 1995 de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, «el plan más progresista que jamás había existido para promover los derechos de la mujer», según ONU Mujeres.

«A pesar de algunos progresos, el cambio real desde entonces ha sido lento y hasta la fecha ningún país ha alcanzado la igualdad de género», lamenta el organismo. Algunos datos dan cuenta de ello. De las 87.000 mujeres asesinadas en 2017, más de la mitad (58%) murieron a manos de sus parejas o familiares. Son 137 al día, revela un estudio de la Oficina de Drogas y Crimen de la ONU. Tampoco en otras materias hay motivos para la celebración. Cada año se practican una media de 22 millones de abortos inseguros en el mundo, la mayoría en países en desarrollo, según la Organización Mundial de la Salud. «¡Estamos en 2020. Tenemos que avanzar!», remarca Mishra-Newbery por teléfono desde Ginebra.

La Women’s March Global pretende espolear desde la movilización social a quienes tienen el poder de tomar medidas en favor de los derechos de las mujeres. La convocatoria de este año llama a defender la autonomía física. «Esto quiere decir que ellas puedan tomar todas las decisiones sobre su propio cuerpo», explica Mishra-Newbery. Pero en muchos países se legisla en sentido contrario, remarca la activista. «Hay que denunciarlo. Por ejemplo, no existe un derecho internacional al aborto. Y 1.300 millones de personas viven en 19 Estados miembros de la ONU que niegan a la población femenina el acceso al aborto legal y seguro».

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