Una madre y sus dos hijos fueron encontrados muertos el miércoles en un chamizo en el distrito occidental de Bajura, en la región fronteriza que une Nepal con India y China. Según las pesquisas iniciales, Amba Bohora, de 33 años, y sus dos hijos Shuresh y Ramit, de 12 y 9, respectivamente, murieron intoxicados al inhalar el humo tóxico generado por el fuego que encendieron para calentarse dentro del refugio sin ventanas y ante las bajas temperaturas que afectan a esta zona montañosa en las laderas del Himalaya nepalí. Amba, que se encontraba en el cuarto día de menstruación, habría sido forzada a dormir fuera de casa siguiendo la tradición ‘chhaupadi’, que rechaza todo contacto con mujeres que tengan el periodo o que acaben de dar a luz.

“La cabaña era tan pequeña que apenas podía acomodar a Amba y sus dos hijos. Había que inclinarse para permanecer de pie en el cobertizo”, declaró al medio nepalí Kathmandu Post, Khadak Bohora, presidente del comité del municipio de Budhinanda, al que pertenece la aldea de Pandusen, donde tuvo lugar el suceso. Los cuerpos de los tres miembros de la familia fueron descubiertos en la mañana del miércoles por su suegra, con la que vivían desde que el marido y padre de las víctimas emigrase en busca de trabajo a la ciudad india de Pithoragarh, al otro lado de la frontera nepalí, hace tres meses. El jefe del distrito, Chetaraj Baral, dijo que las autoridades están a la espera del resultado de las autopsias que confirmen la causa de las muertes. Mientras Khadak Bohora confesó a los medios que el estado de otros chamizos es similar en todo el municipio, donde la tradición del ‘chhaupadi’ es perpetuada por las familias pese a estar perseguida por ley.

Abolida por el Tribunal Supremo de Nepal desde 2005, esta costumbre religiosa enraizada en el hinduismo considera que la sangre de las mujeres es impura. Por este motivo, se las mantiene alejadas de la comida, familia, ganado y lugares de rezo durante la menstruación y después de dar a luz.

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