Soy médico de familia. Cuando acabé la residencia empecé a hacer suplencias. Todas las que podía. Mañana, tarde y noche. Lo hacía feliz. Ahora nos “peleamos” por conseguir que algún residente venga a nuestros centros a cubrir las múltiples vacantes. Faltan médicos. Es una realidad alarmante para los profesionales, pero no parece que lo sea para nuestros gobernantes. La Conselleria de Salut de la Generalitat ha propuesto invertir varios millones en la compra de aparatos sanitarios, renovación de estructuras, etcétera. En otros tiempos hubiese sido una alegría. Ahora supone una sobrecarga laboral. Más prestaciones a cubrir en el ámbito de la atención primaria a igual salario y menos personal. No queremos más recursos materiales, sino más médicos. Esa es la realidad; y eso requiere de medidas políticas que deseo, por el bien de todos, que los políticos tengan el valor de tomar.

Teresa Garzón Garzón. Barcelona

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