Los 400 vecinos de Villar de Cañas, pueblo de la provincia de Cuenca famoso por haber sido elegido para albergar el cementerio de residuos nucleares de España –proyecto paralizado en la actualidad por el Gobierno central-, tienen orden de no salir de sus casas este fin de semana por la llegada de «madrileños». La orden procede de un bando dictado por su alcalde, José María Saiz, del PP, en el que alerta de que «la situación de emergencia sanitaria y de estado de alarma que vive España en estos momentos se ha visto agravada especialmente en Villar de Cañas» donde «nos hemos visto afectados por las muchas personas que abandonaron Madrid el pasado fin de semana para refugiarse en el pueblo».

Según el alcalde de Villar de Cañas, dos vecinos de este municipio han tenido que ser ingresados en el hospital «Virgen de la Luz» de Cuenca tras dar positivo en coronavirus y siete permanecen en situación de aislamiento por síntomas sin haberse hecho las pruebas. Por ello, el alcalde ha ordenado que este fin de semana «toda la población debe permanecer recluida en su domicilio» y que sólo una persona por familia podrá acudir a la farmacia o a las tiendas de alimentación siempre que acuda con guantes y mascarilla y respetando las distancias.

El doble de población

En otro pueblo de Castilla-La Mancha, Escalona (Toledo), los vecinos -3.200 durante todo el año- están muy molestos porque la localidad se ha llenado de forasteros en los últimos días. Muchos, aunque no todos, proceden de Madrid y han acudido desde la crisis sanitaria por el coronavirus a esta localidad famosa por su castillo y sus playas naturales del río Alberche. «No han respetado el estado de alarma y es lógico el enfado de los vecinos porque algunos han venido desde el primer día de confinamiento pero otros como refugio de fin de semana a segundas residencias o a casa de sus padres»,

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