Dormir las horas suficientes (entre siete y nueve para los adultos) y descansar bien es tan necesario para mantenerse sano como tener una buena alimentación o realizar algún tipo de actividad física. A pesar de su importancia (o quizás por ella) el sueño tampoco se libra de estar rodeado de mitos e informaciones falsas.

Esto, precisamente, es lo que quiere desmontar un reciente estudio, publicado en la revista Sleep Health, en el que se analizan un total de 24 afirmaciones extendidas sobre el descanso y se evalúan según su nivel de veracidad (del 1 al 5, siendo el 1 lo más veraz y el 5 lo más falso) y por las implicaciones que pueden tener en la salud (desde el 1, menos graves, hasta el 5, más graves). Lo sorprendente es que solo cuatro de ellas son reales. Estos son los resultados.

Ser capaz de dormirse en cualquier momento y lugar es un signo de una buena salud relacionada con el sueño

Los expertos evaluaron esta idea con un 4,75, es decir, se trata de un mito. Además, obtiene un 4 en la escala de las implicaciones para la salud. «Dormir demasiado durante el día o tener la capacidad de quedarse dormido en cualquier momento y lugar puede ser el resultado de una deficiencia del sueño», apuntan. Lo que solemos considerar como una persona dormilona puede ser en realidad alguien que no está descansando correctamente. También, dicen, «puede tratarse de un síntoma de apnea obstructiva del sueño», un trastorno en el que la respiración se interrumpe entre unos pocos segundos hasta minutos durante las horas en las que la persona duerme.

Muchos adultos solo necesitan cinco o menos horas de sueño para mantener una buena salud

De nuevo, nos encontramos ante un mito. Los científicos lo han evaluado con un 4,63 tanto en la escala de veracidad como en las implicaciones sobre la salud. «No descansar lo suficiente (5 horas o menos) está relacionado con consecuencias negativas en la salud cardiovascular, metabólica, mental e inmunológica»,

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