RAQUEL LEMOS

  • Es importante que estas personas lleven a rajatabla el tratamiento y nunca suspendan las tomas.
  • Celebridades como Demi Lovato, Mariah Carey o Mel Gibson padecen trastorno bipolar.

Tristeza

El trastorno bipolar, también conocido como enfermedad maníaco-depresiva o depresión maníaca, afecta a unas «60 millones de personas en todo el mundo», según expone la Organización Mundial de la Salud (OMS), y no tiene nada que ver con los altibajos emocionales normales.

Las personas diagnosticadas con trastorno bipolar sufren episodios maníacos y depresivos. Durante los primeros, sienten una euforia y energía fuera de lo común. Su autoestima es muy elevada, tienen una menor necesidad de dormir y muestran un estado de hiperactividad.

Esto cambia, de forma radical, cuando surgen los episodios depresivos. Durante estos se sienten muy cansados, solo quieren dormir, tienen la autoestima baja, están tristes, etc. Como vemos, dos estados de ánimos opuestos que provocan que las personas con trastorno bipolar sientan que están viviendo constantemente una montaña rusa.

Sus causas todavía no están muy claras. Según el Instituto Nacional de la Salud Mental (NIH), en algunos casos puede estar relacionado con que otros miembros de la unidad familiar también lo hayan padecido; en otros, el motivo está en los cambios que se producen en la estructura del cerebro. No obstante, aún se están llevando a cabo investigaciones para saber por qué sucede esto.

No son altibajos normales

Las personas con trastorno bipolar no sufren altibajos normales. No es que estén tristes y, después, ya se sientan mejor. Durante la fase maníaca están muy felices, hablan mucho y tienen ganas de hacer muchas actividades. Pero, en la fase depresiva pueden llegar hasta el punto de suicidarse. De hecho, algunas personas se terminan autolesionando.

Esta situación les provoca serios problemas en sus relaciones y trabajo. Por eso, recibir un diagnóstico les permitirá comenzar un tratamiento que les ayudará a equilibrar las emociones que sienten. No obstante, no es un trastorno sencillo de detectar.

Como bien afirma el NIH «Algunas personas tienen el trastorno bipolar durante años antes de que se diagnostique la enfermedad. Esto ocurre porque los síntomas bipolares pueden parecerse a otros problemas diferentes». Por ejemplo, puede confundirse con la depresión, sobre todo, si una persona tiende a manifestar más episodios depresivos que maníacos.

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