Un estoma es una abertura creada quirúrgicamente que se emplea para tratar ciertas enfermedades de los sistemas digestivos o urinarios. Según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales estadounidense, «puede ser permanente, como cuando se extirpa un órgano, o temporal, mientras un órgano necesita curarse. En general, se realiza en el intestino delgado, en el colon, el recto o la vejiga» .»Se lleva a cabo con fines alimenticios o de eliminación, como solución a diferentes patologías como el cáncer, la enfermedad de Crohn, las diverticulitis o la colitis ulcerosa, entre otras», precisa la enfermera estomaterapeuta Laura García, del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro, en Madrid.Esta especialista afirma que es una intervención que afecta tanto a la esfera física como a la psicológica de los pacientes, quienes se enfrentan a un proceso de aceptación largo debido, en gran parte, a la estigmatización del procedimiento. «De hecho, se trata de un problema social, ya que los pacientes se ven muy influidos por las opiniones de los demás», lamenta García.En este contexto, la Confederación ACCU de Crohn y Colitis Ulcerosa destaca el papel clave de estas enfermeras estomaterapeutas, que son quienes atienden a los pacientes ostomizados en las consultas de enfermería. «En los últimos años ha aumentado el número de consultas de forma importante. En ellas se realiza un seguimiento del paciente antes de la intervención, en el postoperatorio, y después del alta hospitalaria. Se presta apoyo emocional, se realiza el marcaje del estoma, se enseñan los cuidados y manejo de dispositivos, se resuelven dudas y se detectan y tratan complicaciones relacionadas con la ostomía» señala García, en cuyo hospital se ha puesto en marcha una consulta para pacientes ostomizados. Según ha visto, «muchos entran asustados, sin saber qué pueden esperar de este nuevo servicio, y salen confiados y con la esperanza de que las cosas van a ir mejor».La enfermera Laura García explica que el aparato consiste en una oblea y una bolsa. «La oblea se adhiere a la pared abdominal con adhesivo y está hecha de plástico. La bolsa coge y sostiene las heces. La bolsa es desechable y vaciada o reemplazada según sea necesario. Este sistema es seguro, libre de olores, y los accidentes son infrecuentes».García recuerda que los tipos más comunes de ostomía conectan el intestino delgado (ileostomía) o el intestino grueso (colostomía) a la pared abdominal. El cirujano o la enfermera examinarán el abdomen del paciente para encontrar el lugar indicado en la pared abdominal.

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