Científicos de Australia y Estados Unidos han descubierto e identificado la causa genética de una enfermedad autoinflamatoria humana previamente desconocida que han denominado síndrome CRIA (autoinflamatorio inducido por RIPK1 resistente a la escisión), que es causada por una mutación en un componente crítico de muerte celular llamado RIPK1, según publican en la revista Nature.El equipo de investigación fue dirigido por la doctora Najoua Lalaoui y el profesor John Silke, del Instituto de Investigación Médica Walter y Eliza Hall, en Australia, y los doctores Steven Boyden, Hirotsugu Oda y Dan Kastner, del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos.La doctora Lalaoui anuncia que el equipo de investigación había identificado una nueva enfermedad autoinflamatoria humana y la mutación asociada en una molécula crítica de muerte celular que estaba impulsando la enfermedad. «Las vías de muerte celular han desarrollado una serie de mecanismos incorporados que regulan las señales inflamatorias y la muerte celular, porque la alternativa es muy peligrosa -añade-. Sin embargo, en esta enfermedad, la mutación en RIPK1 está superando todas las comprobaciones y equilibrios normales que existen, lo que resulta en muerte celular descontrolada e inflamación«.Las enfermedades autoinflamatorias son causadas por la activación anormal del sistema inmune innato, lo que lleva a episodios recurrentes de fiebre e inflamación que pueden dañar los órganos vitales. En el documento, los investigadores describen pacientes de tres familias con antecedentes de fiebre alta episódica y ganglios linfáticos inflamados y dolorosos. Los pacientes, que fueron diagnosticados con una nueva enfermedad autoinflamatoria (síndrome CRIA), tenían una serie de otros síntomas inflamatorios que comenzaron en la infancia y continuaron hasta la edad adulta.El doctor Boyden añade que la primera pista de que la enfermedad estaba relacionada con la muerte celular fue cuando profundizaron en los exomas de los pacientes, la parte del genoma que codifica todas las proteínas del cuerpo.»Secuenciamos el exoma completo de cada paciente y descubrimos mutaciones únicas en el mismo aminoácido exacto de RIPK1 en cada una de las tres familias -prosigue-. Es notable, como un rayo que golpea tres veces en el mismo lugar. Cada una de las tres mutaciones tiene el mismo resultado: bloquea la escisión de RIPK1, lo que muestra la importancia de la escisión de RIPK1 para mantener la función normal de la célula».La doctora Lalaoui apunta que los investigadores del Instituto Walter y Eliza Hall confirmaron el vínculo entre las mutaciones RIPK1 y el síndrome CRIA en modelos de laboratorio.

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