Más de 6.000 muertes cada año se habrían evitado en las ciudades si los países hubieran implementado estándares más estrictos de calidad del aire. Un estudio muestra que la exposición diaria al ozono a nivel del suelo en ciudades de todo el mundo está asociada con un mayor riesgo de muerte.

La investigación, en la que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), es el estudio más grande de este tipo y se publica en el British Medical Journal. Sus hallazgos se basan en datos de más de 400 ciudades en 20 países de todo el mundo, incluyendo datos de 48 capitales de provincia de España.

El ozono a nivel del suelo es un gas altamente reactivo que se encuentra comúnmente en entornos urbanos y suburbanos, formado cuando los contaminantes reaccionan a la luz solar. Los umbrales actuales de calidad del aire (en microgramos por metro cúbico de aire ambiente) oscilan entre 100 microgramos / m3 (OMS), 120 microgramos / m3 (directiva de la Unión Europea), 140 microgramos / m3 (Estándar nacional de calidad del aire ambiente de EE UU) y 160 microgramos / m3 (Estándar chino de calidad del aire ambiente).

Revisiones recientes sugieren que el 80% de la población mundial de áreas urbanas está expuesta a niveles de contaminación del aire por encima del umbral de la OMS. La mayoría de los estudios anteriores han encontrado asociaciones positivas entre el ozono a nivel del suelo y la mortalidad, pero las diferencias en el diseño y la calidad del estudio hacen que sea difícil sacar conclusiones consistentes en las diferentes regiones.

Para tratar de abordar esto, un equipo de investigación internacional analiza las muertes y las medidas ambientales (clima y contaminantes del aire) en 406 ciudades en 20 países, con períodos superpuestos entre 1985 y 2015. Se analizaron un total de 45.165.171 muertes en las 406 ciudades.

En promedio, un aumento de 10 microgramos/m3 en el ozono durante el día actual y el anterior se asoció con un aumento del 0,18% en el riesgo de muerte, lo que sugiere evidencia de una posible asociación directa (causal). Esto equivale a 6.262 muertes adicionales cada año (o el 0,2% de la mortalidad total) en las 406 ciudades que podrían haberse evitado potencialmente si los países hubieran implementado estándares de calidad del aire más estrictos de acuerdo con la directriz de la OMS.

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