Los expertos del Ministerio de Sanidad son, dentro del Gobierno, con mucho los más reacios a rebajar las medidas de confinamiento. Es más, creen que todavíafaltarían semanas para poder abordar el debate sobre el desescalamiento del aislamiento social porque la pandemia en España no está «ni mucho menos controlada» y se encuentra en una fase «muy delicada» en la que podría seguir durante algunas semanas y en la que un repunte de casos podría ser fatal, pues haría «reaparecer la transmisión».

Tanto los técnicos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica como los del Instituto de Salud Carlos III, centro de referencia del COVID-19, se muestran en contra de manera taxativa de cualquier posibilidad que no sea mantener un confinamiento férreo en abril. Es más, apuntan a que no terminan de entender manifestaciones como la del propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, que el jueves se mostró dispuesto a estudiar la posibilidad de dejar salir a los niños o permitir las salidas para hacer deporte.

Fernando Simón, este viernes, no quiso dejar en evidencia a las voces que desde el Gobierno especulan con esa suavización del confinamiento, pero no quiso seguir alentando con sus comentarios la tesis de que la comunidad científica no vería con malos ojos ese relajamiento. «La evolución es continuista. Vamos bien. Los nuevos casos están estabilizados. El objetivo poco a poco se va consiguiendo. Estamos en una situación de buena evolución», se felicitó el jefe de Emergencias para acto seguido alertar de que España si se precipita puede caer en la mayor pesadilla de los epidemiólogos: «volver a la transmisión». O lo que es lo mismo: volver a superar el ratio de transmisión 1/1 (que cada infectado solo contagie como máximo a una persona).

Simón recordó que a España le ha costado tres semanas de confinamiento llegar a bajar esa ratio a «uno o menos de uno» y que es por eso que están «descendiendo los casos diarios».

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