La elevada presencia de mercurio en algunos pescados ha hecho que Sanidad encienda las alertas. Y revise sus recomendaciones (las últimas erand e 2011). Dada la nueva información científica y técnica, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición se ha visto obligada a actualizar su guía de consumo elevando de los 3 a los 10 años la edad a la que considera que los niños deberían comer ciertas especies como el atún rojo, el pez espada, el tiburón y el lucio.

Esta población vulnerable, según Sanidad, también incluye a mujeres embarazadas, en periodo de lactancia e incluso a las que estén planeando tener un hijo «ya que puede afectar al sistema nervioso central en desarrollo, tras su consumo directo o a través de la placenta y la leche materna». Esto se debe a que dichas variedades tienen altas concentraciones de metal pesado y advierten de que, según un estudio, los españoles somos los europeos con más mercurio en nuestro organismo.

Al respecto, desde la AESAN recuerdan que la cantidad de mercurio está relacionada con la posición de cada especie en la cadena trófica, de tal manera que la carne de peces depredadores, de gran tamaño y más longevos -como los citados pez espada, el atún rojo, el tiburón -(cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) o el lucio- contiene concentraciones más elevadas. Por ello se aconseja elimnarlos de la dieta de gestantes, de aquellas que estén dando el pecho a su bebé así como a los niños de hasta 10 años. En el caso de menores de entre 10 y 14 años, la AESAN aconseja limitarlo a 120 gramos al mes.

El resto de la población que no esté en dichos grupos más vulnerables puede consumir tres o cuatro raciones a la semana de todas las especies de pescados -se aconseja eso sí variar entre el azul y el blanco.

El abadejo,

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