El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que dirige Fernando Simón advirtió al Gobierno en un informe fechado el 24 de febrero, 18 días antes del confinamiento y doce días antes de las manifestaciones del 8-M, de que España se encontraba en un riesgo «moderado» de sufrir brotes de coronavirus. Sanidad, en un segundo informe fechado el 6 de marzo, avisó de que la transmisión del virus se estaba produciendo incluso durante «eventos sociales de corta duración».
El primero de los dossieres que se remitieron a Moncloa, el de febrero, se titulaba una «evaluación del riesgo para España». En ese documento se avisaba de la «alta» probabilidad que la llegada de personas infectadas con SARS-CoV-2 tanto desde China como de otros países donde ya se estaba produciendo transmisión del virus.
En ese informe se incluía la advertencia del Centro Europeo de Control de Enfermedades, que aseguraba que había un riesgo «moderado alto» de que la epidemia que ya se estaba empezando a extender por Italia también lo hiciera por otros país europeos. En ese documento, el CCAES se hacía eco de las medidas que ya estaban implementando en las zonas de Italia donde se habían dado casos, tales como la suspensión de manifestaciones, eventos públicos, clases, competiciones…
Aunque Europa insistía en el riesgo «moderado alto», el departamento que dirige Simón bajaba esa advertencia a solo riesgo «moderado» porque, argumentaba, el sistema sanitario estaba listo para enfrentarse a una crisis así. «Si esto ocurriera en España, tenemos mecanismos suficientes de contención, que incluyen protocolos clínicos, una red asistencial y de salud pública coordinada y capacidad suficiente para el diagnóstico y tratamiento de los casos».
En el otro informe, el fechado el 6 de marzo y de 27 páginas, solo dos días antes de los eventos multitudinarios del domingo 8, se analizaban particularmente los datos de la enfermedad en China para concluir que la transmisión del coronavirus era muy alta,