Los trastornos del sueño son uno de los motivos habituales de consulta médica. De hecho, según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), entre el 20 y el 48% de la población adulta y, al menos, un 20% de la población infantil sufre algún tipo de problema para conciliar o mantener el sueño. Una mala calidad a la hora de dormir puede desencadenar problemas en la salud.

Una de las principales recomendaciones para conseguir una correcta higiene del sueño es evitar agentes externos que puedan interferir en un descanso óptimo como puede ser el uso de dispositivos electrónicos.

¿Sueles hablar por WhatsApp antes de dormir? ¿Miras la pantalla del móvil o de la televisión cuando ya estás acostado? Estos hábitos son muy comunes, pero pueden tener consecuencias negativas en la salud.

El vamping es uno de los efectos habituales del uso del teléfono que «reduce la calidad del sueño y afecta a nuestro descanso diario», destaca el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM). Su denominación surge de unir los términos en ingles vampire y texting.

Este problema se ha incrementado y la causa principal es el uso de tablets, smartphones, ordenadores y otros dispositivos electrónicos. “El vamping, es decir, utilizar las nuevas tecnologías antes de dormir, tiene efectos negativos para la salud, ya que la luz de las pantallas afecta a la calidad del sueño y a nuestro rendimiento”,

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