La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel cuya prevalencia se sitúa entre el 5 y el 20% de la población general. Es uno de los motivos de consulta habituales en las unidades de dermatología y, aunque suele predominar en niños y adolescentes, también puede afectar a la población adulta.

Con el objetivo de ofrecer una información más detallada sobre esta patología cutánea, la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) ha elaborado una guía destinada a pacientes con dermatitis atópica para abordar las posibles causas, complicaciones y tratamiento.

Esta afección cutánea es más frecuente en la infancia, aunque también se puede manifestar en la edad adulta, y se caracteriza por presentar una piel seca y sensación de picor. «El 60% de los pacientes inician la enfermedad en el transcurso del primer año de vida y hasta el 85% en los primeros 5 años«, subraya la guía. Sin embargo, cerca del 25% de personas adultas continúa teniendo eccema «o experimentan una recaída de los síntomas».

La atopia puede manifestarse de varias formas según el órgano diana. Así, puede aparecer en la piel (dermatitis atópica), en las vías respiratorias altas (rinitis) o en las vías respiratorias bajas (asma).

«Estos procesos pueden coincidir en el mismo paciente, y suelen estar presentes en distintos miembros de la familia. Existe la posibilidad de que un paciente atópico que empiece con DA vaya desarrollando paulatinamente otros procesos atópicos.

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