Muchas mujeres se sienten raras y mal consigo mismas por no alcanzar el orgasmo solo con la penetración. Piensan que les ocurre algo raro o que son defectuosas. De hecho, se preguntan por qué cuando se masturban sí consiguen llegar al orgasmo con facilidad. ¿Es que no son capaces de mantener relaciones sexuales satisfactorias? ¿Su pareja no les gusta tanto?

Todas estas dudas y preguntas son normales, pero no hay nada de raro en no conseguir alcanzar el orgasmo solo con la penetración. De hecho, si prestamos atención a un estudio que se llevó a cabo sobre esto en el año 2018, descubriremos que solo el 18,4% de las mujeres logran el orgasmo durante el coito. Para el porcentaje sobrante, es el clítoris el que les permite llegar al clímax. Pero ¿por qué ocurre esto?

La vagina no tiene demasiadas terminaciones nerviosas y, por eso, no posee una sensibilidad como la del clítoris. Sin embargo, sí es cierto que en la abertura de la vagina hay más terminaciones nerviosas que en el fondo. Por lo tanto, al estimular más esta parte es posible llegar al orgasmo. No obstante, no todas las mujeres son capaces de conseguirlo.

Esto se debe a que no todas las vaginas son iguales. Algunas mujeres tienen más sensibilidad en la abertura de la vagina, pero otras apenas sienten nada y necesitan la estimulación del clítoris para alcanzar el orgasmo. Todo depende de cada cuerpo y de qué tipo de estímulo necesite para llegar al clímax.

Esto es lo que afirma la Asociación Española de Ginecología y Obstetricia (AEGO) y es que «el clítoris es como un iceberg». Esta parte de los genitales de las mujeres es la clave para alcanzar el orgasmo sin ningún problema. La razón está en que el clítoris tiene más de 8000 terminaciones nerviosas.

Aunque lo que se ve en el exterior es una pequeña protuberancia muy sensible, el clítoris tiene una longitud de «entre 7 y 10 cms incluyendo el cuerpo cavernoso». Se extiende por el interior de los labios mayores, el perineo y rodea la vagina. Por eso cuando el pene presiona la vagina, o esto se hace con los dedos, se estimula el clítoris, lo que hace que sea posible llegar al orgasmo.

Contrariamente a la vagina, que no tiene tantas terminaciones nerviosas y lo que permite es la reproducción,

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