La mascarilla se ha convertido en un complemento más en nuestra rutina diaria desde hace casi dos años tras el estallido de la pandemia del coronavirus. Aunque no sea obligatorio su uso en espacios al aire libre, siempre y cuando se pueda mantener la distancia física de seguridad, sí se debe seguir utilizando en espacios cerrados, como el metro, los restaurantes o el cine.
Su empleo es fundamental para evitar la transmisión del coronavirus en un contexto de incertidumbre marcado por la detección de una nueva variante de la cepa original: ómicron. Pero, ¿qué tipos de mascarillas hay? ¿Cuál es el nivel de eficacia?
¿Cómo es la eficacia de filtración?
La mascarilla tipo FFP3 es una de las más eficaces para protegernos a nosotros mismos y al resto de personas. ¿En qué situaciones se recomienda su uso? ¿Cuáles son sus características? Al igual que el resto de mascarillas consideradas como Equipos de Protección Individual (EPI), se aconseja fundamentalmente «para su empleo por profesionales para crear una barrera entre un riesgo potencial y el usuario», aunque también están aconsejadas para «grupos vulnerables», tal y como destaca la guía elaborada por el Ministerio de Consumo.
Este tipo de mascarillas se encargan de «filtrar el aire inhalado» para evitar la entrada de partículas contaminantes en el organismo.