Nuestros sistemas alimentarios están distorsionados y, a menos que se tomen pronto medidas más enérgicas para arreglarlos, la humanidad corre un grave riesgo de ver aumentar el hambre, la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta. Se trata de una advertencia seria, a la que hay que prestar atención para que todos los países cumplan su compromiso de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 2: erradicar el hambre y todas las formas de malnutrición.

Esta semana, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha publicado los datos más recientes sobre las tendencias mundiales del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición, junto con nuestros socios de la ONU: el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La edición de 2019 del informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI, por sus siglas en inglés) indica que, si bien el porcentaje de personas con hambre en el ámbito mundial se ha mantenido estable en los últimos tres años, la cifra de aquellas que padecen hambre sigue aumentando lentamente. Más de 820 millones no tienen aún a diario lo suficiente para comer.

Además, mientras que los conflictos y el cambio climático siguen siendo las principales causas del hambre, el SOFI 2019 revela que el hambre también ha aumentado en muchos países donde la economía se ha ralentizado o está en recesión, sobre todo en los países de ingresos medios de América Latina. Para hacer frente a esta situación, es fundamental implementar y fortalecer las políticas económicas y sociales a fin de contrarrestar los efectos de los ciclos económicos adversos, evitando al mismo tiempo recortes en los servicios esenciales.

Poner fin al hambre ya no es nuestro único gran desafío en materia de nutrición: la lucha contra la obesidad es igualmente fundamental para alcanzar el desarrollo sostenible

El informe de este año va también más allá del hambre,

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