Con una partida de gasto de 9.789 millones de euros, el presupuesto asignado al departamento de Salud de la Generalitat es el más importante del proyecto de ley de Presupuestos presentado por el Govern esta semana. Sin embargo, mientras en el conjunto del presupuesto se da la vuelta a los recortes iniciados por el Gobierno de Artur Mas en 2011, en el capítulo de Salud todavía no se consigue pasar página: en 2010, el último año antes de la crisis, era de 9.875 millones. En una comisión parlamentaria, la consejera de Salud, Alba Vergés, ha reconocido este viernes que las cuentas podrían ser mejores, pero ha destacado que “es el segundo presupuesto de Salud más alto de la historia” y considera que es una oportunidad para fortalecer el sistema sanitario catalán.

Con estas cuentas, la consejera ha delimitado tres prioridades: mejorar el ámbito profesional y las condiciones de los trabajadores sanitarios; reforzar la asistencia primaria como la base del sistema sanitario catalán y apuntalar la prevención y promoción con un incremento de la salud pública.

Para ello, Vergés ha explicado que se crearán 8.000 puestos de trabajo estructurales, de los que 1.400 estarán destinados a la atención primaria. Precisamente, en el ámbito de la atención primaria se incrementará un 21,7% el presupuesto, hasta los 1.568,9 millones. En este sentido, la consejera ha destacado que se está trabajando en el proyecto de decreto a la accesibilidad de la atención primaria, para ajustar los profesionales a las necesidades de los pacientes y poder hacer frente a la alta demanda y a las listas de espera. Para hacer frente a las listas, se ha creado un plan de choque con 20 millones.

Los grupos de la oposición y el sindicato Metges de Cataluña han lamentado que no se hayan conseguido superar los recortes. El sindicato celebra el desbloqueo de la política presupuestaria, pero considera que es “insuficiente”: mientras Cataluña destina un 3,7% de su PIB a la sanidad, la Europa de los 15 dedica una media de 7,2%.

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