Un estudio paneuropeo muestra que los hospitales son el principal foco para la propagación de una bacteria resistente a los antibióticos de último recurso. La investigación ha secuenciado el genoma de casi 2.000 muestras aisladas de la bacteria Klebsiella pneumoniae. De aquellas que se mostraron resistentes a estos fármacos, más de la mitad procedían de infecciones producidas dentro del hospital o entre hospitales.

Los carbapenemas son un antibiótico de amplio espectro considerado una de las últimas líneas de defensa contra las infecciones. Por eso, las autoridades sanitarias vigilan muy de cerca el desarrollo de resistencias a estos fármacos entre las bacterias potencialmente patógenas. Una de ellas es la K. pneumoniae. Esta enterobacteria es una habitual de la microbiota intestinal, donde más que dañina es beneficiosa.

«Pero se vuelve patógena cuando pasa a sitios donde no debería de estar», recuerda el director del director del Centro Nacional de Microbiología (CNM), el investigador del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) Jesús Oteo, coautor de la investigación. Cuando alcanza el torrente sanguíneo o el aparato respiratorio, estas bacterias pueden provocar la muerte, en especial en personas con alguna condición debilitante, ancianos o niños, como ha ocurrido en España recientemente.

La ‘K. pneumoniae’ es un comensal de la flora intestinal que degenera en patógeno al pasar a otras zonas del cuerpo

Hasta hace poco, el tratamiento con fármacos avanzados, como los carbapenemas, era muy eficaz. Sin embargo, desde comienzos de siglo se han detectado algunas cepas de K. pneumoniae que han aprendido a escapar de la acción de los antibióticos. En España, por ejemplo, el primer aislado bacteriano con resistencia a los carbapenemas se detectó en 2005. Si en 2007 murieron 341 europeos por infecciones por esta bacteria resistente, en 2015 ya fueron 2.094. Lo peor es que se están propagando y, en su mayoría, desde los propios hospitales.

La actual investigación se apoya en la recogida y análisis del genoma de 1.717 muestras de pacientes con K.

 » Más información en elpais.es