Cualquier persona sexualmente activa menor de 30 años debería someterse a las pruebas de clamidia y gonorrea, según una nueva directriz del Grupo de Trabajo Canadiense sobre Atención Sanitaria Preventiva publicada en el ‘Canadian Medical Association Journal’ (CMAJ).

La clamidia y la gonorrea son las infecciones bacterianas de transmisión sexual (ITS) más frecuentes y se pueden tratar con antibióticos. Sin tratamiento, estas infecciones pueden dar lugar a enfermedad inflamatoria pélvica, dolor y posiblemente infertilidad.

«Si las personas tienen menos de 30 años y son sexualmente activas, es una buena idea hacerse la prueba –recomienda el doctor Ainsley Moore, médico de familia y profesor clínico asociado del Departamento de Medicina de Familia de la Universidad McMaster, en Canadá, y presidente del grupo de trabajo sobre clamidia y gonorrea del grupo de trabajo–. Muchas personas son asintomáticas y pueden no buscar tratamiento, por lo que estamos recomendando pruebas oportunistas, es decir, en cualquier visita de atención médica».

La directriz recomienda que los proveedores de atención sanitaria en su país ofrezcan pruebas rutinarias de clamidia y gonorrea anualmente a todos los pacientes sexualmente activos menores de 30 años que no se sepa que pertenecen a un grupo de alto riesgo.

Según los datos, una de cada veinte personas sexualmente activas de 15 a 29 años contraerá clamidia.

 » Leer más