Tras la prohibición de circular por las calles muchos ciudadanos han aprovechado los lugares comunes de su comunidad de vecinos para hacer ejercicio o sacar a sus hijos a jugar. Por este motivo, los colegios de Adminitradores de fincas recuerdan que esos espacios, entre los que está el portal, la azotea, los descansillos, gimnasios, canchas deportivas, columpios o los jardines están afectados por las medidas especiales fijadas por el Gobierno para luchar contra el coronavirus dentro del estado de alarma.

Son normas concretas de uso de las instalaciones de los edificios y comunidades para evitar los contagios. Entre otras medidas, tal como recoge el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid, como ya se ha hecho en otras provincias de manera idéntica, ha elaborado una hoja con doce puntos de seguridad de obligado cumplimento entre los vecinos, propietarios, inquilinos y conserjes.

Además de respetar el metro de distancia entre persona y persona escaleras y portales, el ascensor debe ser utilizado de manera individual; y «clausurar todas las áreas y espacios comunes», a los que solo podrá acceder el personal de limpieza y mantenimiento. Entre otros lugares que se cierran están, si la edificación cuenta con ello, vestuarios, saunas, gimnasios, canchas deportivas, parques infantiles, zonas exteriores de recreo -merenderos y barbacoas-, salas comunes y «cualquier espacio común».

Pese a que las compras ‘on-line’ son el único recurso que queda para adquirir bienes que no sean de alimentación o sanitarios, también «se solicita» a los vecinos o inquilinos reducir al máximo imprescindible la utilización de servicios de paquetería y los envíos a domicilio.

Lo que si se permite, hasta que el Gobierno lo prohíba, son las obras en la finca, ya sean en zonas comunes como en un piso.

A los conserjes y porteros, los administraciones les recuerdan las medidas de seguridad en la limpieza diaria y «extremar esta a las zonas más sensibles» como son la puerta de acceso,

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