La Sociedad Europea de Cirugía Torácico-Cardiovascular (EACTS, en sus siglas en inglés) ha retirado su apoyo al tratamiento más utilizado para un tipo de dolencia del corazón tras la publicación por la BBC de unos datos que cuestionan la seguridad en estas intervenciones de los dispositivos stent, unos pequeños muelles usados para desobstruir las arterias. La controversia afecta a los pacientes que reciben tratamiento para la enfermedad significativa del tronco común de la arteria izquierda, que ocluye parcialmente la circulación por la mayor arteria que lleva sangre al corazón. Estos son unos 1.500 al año en España, según las sociedades científicas consultadas. El uso de stents en otras indicaciones no está cuestionado.

El tratamiento de primera elección hasta 2018 era una operación quirúrgica a corazón abierto para aplicar una desviación coronaria (bypass). La publicación dos años antes de un estudio que concluía que con un stent se obtenían resultados similares llevó a modificar las guías clínicas en Europa. Estas, elaboradas por la EACTS y la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, en sus siglas en inglés), pasaron a recomendar ambas intervenciones.

El ensayo clínico que llevó a dar este paso, llamado EXCEL, fue publicado por la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine y estaba financiado por Abbott, uno de los mayores fabricantes de stents.

La investigación del programa Newsnight de la BBC revela que los autores del estudio utilizaron una forma inusual de contabilizar las complicaciones sufridas por los 2.000 pacientes incluidos en el ensayo, la mitad de los cuales fueron sometidos a un bypass y la otra mitad recibieron un stent. Esta fórmula omitía que aquellos con un stent tenían un 80% más de posibilidades de sufrir un grave infarto y sufrían una mayor mortalidad.  

“Utilizaron un valor compuesto que sumaba los casos de fallecimiento e infartos”, explican fuentes de la EACTS. “Pero la definición de infarto no era la que habitualmente utilizamos,

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